Corocotta el cántabro: entre la leyenda y la realidad

COROCOTTA, EL CÁNTABROSantiago Blasco presenta su nueva novela sobre Corocotta el cántabro (Algaida), líder del pueblo cántabro que, hace siglos, puso en jaque a las ordas romanas que invadieron la península ibérica. Charlamos con él sobre este interesante personaje y sobre el libro que le ha dedicado.

¿Cuánta verdad encierra la leyenda de Corocotta? ¿No recuerda a la de aquellos aguerridos galos que resistieron igualmente los embistes del poder romano?

Creo que verdad o mentira son cuestiones muy relativas que siempre dependen del interlocutor que las cuenta. En nuestro caso, la única fuente de información son los historiadores romanos, ya que por parte cántabra no existe evidencia escrita al respecto. Sin embargo, me cuesta aceptar que lo dejaran libre con una buena suma de dinero como nos cuentan, porque las tácticas romanas consistían en acabar con la vida de sus enemigos. Así ocurrió cuando los tres capitanes de Viriato fueron a cobrar la recompensa prometida por matarlo, quienes lo único que recibieron fue la muerte con las palabras «Roma no paga a traidores». Por tanto, algo más debió de ocurrir que no nos ha llegado. Precisamente, esta es la base sobre la que se construye mi novela.

¿Por qué escribir hoy novela histórica?

Me siento muy cómodo en este tipo de género. Me permite elegir e investigar a personajes que considero importantes, así como novelar hechos relevantes que todavía carecen de una explicación definitiva a lo largo de la historia.

¿Por qué recuperar la figura de Corocotta? ¿Qué pueden enseñarnos su figura, sus acciones, su recuerdo?

No hay duda de que Corocotta refleja los grandes valores del antiguo pueblo cántabro. Pero no olvidemos que su conocimiento para la historia parte de los intereses romanos. Me explico: cuando César Augusto tiene que elegir un lugar donde acudir a primera línea de batalla para acallar las críticas de las familias patricias rivales que lo tachaban de cobardía, decide venir a Hispania, quizá porque piensa que es el lugar más seguro, ya que siete legiones lo protegen. Pero la propaganda imperial no contempló la posibilidad de que sus enemigos fueran valerosos guerreros dirigidos por un astuto y sagaz líder, que además estaba dotado de una fortaleza extraordinaria. O tal vez fuera así como lo quisieron presentar al resto del imperio para ensalzar la valentía del César.

ccorocottaEn un fragmento de la novela leemos que «la fuerza de un imperio reside principalmente en la capacidad de sus mandos y en el respeto que estos infundan sobre sus subordinados». ¿Siguen vigentes hoy estas palabras, en tiempos tan turbulentos en términos sociales y políticos? ¿Quién sería hoy Corocotta? ¿Cómo se comportaría?

Me he encontrado muchas veces con preguntas parecidas, porque tendemos a realizar comparaciones de los comportamientos de personajes que han vivido en diferentes épocas. Salvando esta cuestión, creo que, a nivel general, en cualquier empresa, en cualquier organismo, tarea o misión, siguen vigentes estas palabras.

Por otro lado, Corocotta en un guerrero que ama su tierra y los valores tradicionales tal como los ha conocido y le han inculcado desde su infancia. No quiere cambios aunque supongan progreso, bienestar, cultura o cualquier otra cuestión. Poner nombre actual a Corocotta me resulta muy complicado, porque ninguno de los personajes que conozco se asemeja al modelo propuesto.

Tanto la naturaleza, el «terruño», como la comunión entre los nacidos en la misma tierra significan mucho para Corocotta y sus compañeros de resistencia: no necesitan banderas, sólo un líder digno y un espíritu de hermanamiento. ¿Qué puede en nuestros días, entre tanta corrupción e independencia (casi enajenación), unirnos de manera similar?

Desde hace mucho tiempo pensaba que un empeño en común sería más que suficiente para unificar ciertos criterios, por dispares que fueran. Pero con los años, y más después de los últimos acontecimientos, me he dado cuenta de que necesitamos un fin, una idea que nos una en un solo bloque, porque no podemos depender del carisma de ningún personaje efímero de turno que venga a convencernos.

Cortesanas, hetairas, legionarios, poderosos gobernantes… ¿ha cambiado mucho la manera de comprender el amor?

Creo que en esta parcela hemos cambiado muy poco. Es curioso, pero tengo la impresión de que las grandes relaciones amorosas permanecen inalterables a lo largo de la historia. Hoy como ayer, las actuaciones dependen de los momentos, de las oportunidades y de las necesidades. La permisividad en los juegos siempre se ha visto modificada por las diferentes sociedades, unas veces en forma de avance, otras en claro retroceso.

caballeria_cantabra

El Imperio romano era un gigante administrativo y militar, pero también encerraba un potente sistema cultural que unificó gran parte de Occidente. ¿Cuáles fueron las razones que llevaron a Corocotta a defenderse de ellos? ¿Cuál era la amenaza?

En aquella época la ocupación y defensa del territorio era lo que garantizaba el dominio sobre los vecinos y la supervivencia de la tribu. Los cántabros eran extremadamente feroces y siempre combatían contra cualquiera que quisiera arrebatarles sus posesiones. Hasta que llegaron las legiones, siempre habían doblegado a los otros pueblos, posiblemente por su gran habilidad para la cría y la doma del caballo; una herramienta que utilizaban permanentemente. Todo su mundo se venía abajo, porque con anterioridad ya habían combatido como mercenarios al lado de los romanos y sabían de sus ansias conquistadoras.

Díganos por qué debemos leer su novela.

Porque conocerán algunas de las cualidades y características más relevantes del pueblo cántabro. Porque se acercarán a lo que pudo ser aquella importante reunión entre César Augusto y Corocotta, que a la postre determinó el final de las guerras cántabras. Porque les mantendrá pendientes del desarrollo de la trama hasta la última página, y porque esta novela a nadie dejará indiferente.

¿Algo que decir?