El 26 de septiembre de 2010 se cumplían diez años del fallecimiento de Robert Lax, poeta norteamericano y verdadera figura de culto en los Estados Unidos. Fue el auténtico precursor de la generación «beat» y el propio Kerouac lo cita como su maestro y se refiere a él como «una de las primeras grandes voces de nuestro tiempo». La editorial cántabra Quálea cuenta en su catálogo con uno de sus libros más significativos, Una cosa que es (con un extenso prólogo introductorio). Es un autor que, pese a que en nuestro contexto hispanohablante va suscitando cada vez una atención mayor, sigue siendo -generalmente- un perfecto desconocido para el gran público (no es de extrañar, ya que excepto por su inclusión en una antología de los años sesenta, el autor permanecía extrañamente inédito en España).

La crítica en el mundo anglosajón le considera unánimemente como una de las voces líricas más importantes y originales en lengua inglesa del siglo XX (se cuentan por miles las páginas que se pueden encontrar en la web sobre su obra). Su vida también fue realmente singular y son numerosas las biografías que se han escrito sobre ella (protagonizó uno de los movimientos contraculturales de más calado de los últimos sesenta años).

Una cosa que es fue publicada por primera vez en 1997 en los Estados Unidos. Bajo este título se agrupan muchos de los poemas inéditos escritos por Robert Lax a lo largo de los años setenta, un legado poético que se enmarca en la tradición de vanguardia norteamericana que popularizó una generación de artistas como John Cage, William Burroughts, Thomas Merton o Ad Reindhardt.

La filosofía cotidiana, la meditación y la realización artística personal componen la esencia de un trabajo en el que se alterna una lírica de corte narrativo con otros poemas en los que la economía de medios está al servicio de un arte: el arte de contar las cosas más sencillas de la manera más sencilla. Los grupos verticales de sílabas, un recurso habitual en su obra, provocan en el lector un extraño sentimiento de serenidad y no es extraño que se haya querido ver en ello un modelo para la práctica de la meditación o la disciplina espiritual.

Ofrecemos a los lectores uno de los interesantes poemas que se podrán encontrar en Una cosa que es (Quálea presenta su obra en versión bilingüe, de manera que los puristas de la poesía, así como el público más exigente, también encontrarán en la obra un importante aliciente). Muchas de estas piezas maestras contienen una gran carga filosófica, que invitarán a sus lectores tanto a la reflexión como a ejercer una lectura atenta e inteligente: