El interés creciente por la cultura oriental en las sociedades occidentales hace que los lectores busquen, con inusitada asiduidad, obras completas y rigurosas que les informen sobre el pensamiento y la forma de vida de las civilizaciones más remotas. La práctica progresiva del yoga y la meditación, además, empuja a que un público cada vez mayor quede cautivado por la cultura milenaria de países como India.

Ya Hegel, bajo el influjo de sus prejuicios etnocéntrico-europeos y de la fascinación que experimentaba por la cultura helenística, negó la existencia de una filosofía propia de la India, lo que ha hecho que numerosos estudiosos adopten una posición similar y que ésta, incluso, se mantenga hasta nuestros días. Si bien es cierto que en la época de Hegel se conocía poco acerca del pensamiento indio, otros autores menos escuchados por la historia, como por ejemplo Schopenhauer, estaban convencidos de la superioridad de la cultura oriental sobre la occidental, y en particular, sobre la cultura judeocristiana.

Alrededor del año 1500 antes de Cristo, algunas tribus indoeuropeas invaden la India y se inicia, de este modo, la historia de su cultura. La primera época de esta historia es la denominada Época Védica (1500-800 a.C.), en la que predomina la forma de religión y de pensamiento que recibe el nombre de Vedismo. Los Vedas constituyen, literalmente, «lo que ha sido oído mediante comunicación oral», la Tradición, o dicho en términos occidentales, la Revelación. Son considerados como literatura sagrada y, como tal, contienen la norma de la verdad. En estos escritos encontramos una religión politeísta constituida por «Dioses todopoderosos que se reparten en tres grupos de acuerdo con sus funciones: soberanos, guerreros, de la producción y de la fertilidad».

A aquel primer periodo siguen la Época Brahmánica y la propiamente llamada Hinduista. El pensamiento, la religión y el idioma que los indoeuropeos llevaron a la India perdura hasta la actualidad en una evolución que ya supera los tres mil años de antigüedad.

Por su parte, «De acuerdo con la tradición antigua más aceptada –explican los autores del libro, los investigadores Fernando Tola y Carmen Dragonetti, doctores, respectivamente, en Literatura y Filosofía–, el que sería llamado Buda (‘El que despertó a la Verdad’, ‘El Iluminado’), nació en el año 566 a.C. y su muerte se produjo en el 486″. El Budismo se presenta bajo dos corrientes principales: el Budismo del Sur, que se da hoy en Sri Lanka y Sudeste Asiático, y el Budismo del Norte (propio de China).

La tesis de Tola y Dragonetti es que el Budismo, de igual forma que el Hinduismo, desarrolló al lado de su pensamiento religioso un «pensamiento filosófico original, variado y profundo».

Uno tiene que estar ciego para no ver que toda vida y existencia son una aberración, un camino equivocado que debemos desandar, tal y como enseñan las antiguas religiones de Asia. La Sabiduría consiste en darse cuenta de que los beneficios no cubren los gastos y, por lo tanto, en echar el cierre al negocio. Dicho negocio no es el individuo, sino la voluntad de vivir.

Arthur Schopenhauer

En este sentido, la cuestión acerca de la existencia de una «filosofía de la India» no ha perdido su vigencia. La tendencia general, incluso, es desmentir su realidad. Pero lo cierto es que «la gran mayoría de las personas que niegan la existencia de una Filosofía de la India no conocen nada o a lo sumo conocen solo muy poco acerca del pensamiento indio en los muchos siglos en que la Cultura de la India ha existido y se ha desarrollado», aseguran Tola y Dragonetti.

Los lectores encontrarán en esta extensa y enciclopédica obra, que supera las 700 páginas, un índice que colmará todas sus expectativas. Un libro de inexcusable lectura para los interesados en la cultura de la India (literatura, religión, costumbres, historia y, por supuesto, filosofía), que realiza un recorrido de más de 3500 años a lo largo del tiempo. Un imprescindible.