«Batman. El resto es silencio», David Hernando

Batman el resto es silencioLos aficionados a los cómics e historias de superhéroes nos volvemos locos cada vez que intentamos reconstruir la evolución de alguno de ellos. Las coyunturales –pero siempre acuciantes– necesidades económicas han conducido a DC y Marvel, auténticos imperios editoriales, a la apertura de cientos de colecciones que en ocasiones tan sólo contribuyen a la total desorientación del lector.

En el caso de personajes como Batman, especialmente complicados y longevos (apareció por vez primera en 1939), todo se complica. Por eso, más allá de las raquíticas y siempre insuficientes introducciones que los cómics presentan en sus ediciones, los asiduos a estas historias necesitamos una ayuda externa que nos ayude a recomponer la biografía del personaje en cuestión.

En el caso del Caballero Oscuro, David Hernando publicó en Dolmen Editorial un libro ordenado, entretenido y sobre todo muy bien documentado: Batman. El resto es silencio. En él encontrarán una completa guía sobre este complejo superhéroe, desde su creación a manos de Bob Kane y Bill Finger en 1939 (meses después de la puesta en marcha de Superman, a cargo de Jerry Siegel y Joe Shuster), hasta 2004.

Un Batman que, como curiosidad, nace como consecuencia de tres influencias directas: los bocetos de una máquina voladora confeccionado por Leonardo da Vinci, la película de 1920 La Marca del Zorro, y en fin, otro film: El murciélago susurra (1930). Junto a los trajes de Superman (DC) y Spiderman (Marvel), el de Batman es el único que  ha permanecido sin cambios drásticos hasta el presente.

Aunque Batman comienza siendo una historieta más dentro de la colección de Detective Comics, poco a poco ocupa terreno y, gracias a su creciente popularidad, acaba por protagonizar todas las portadas y más páginas interiores cada mes. Así comenzaban todas sus aventuras:

Batman, un personaje misterioso y aventurero que lucha por la rectitud y para apresar a los malhechores en una batalla solitaria contra las fuerzas del mal de la sociedad. Su identidad es todavía un misterio.

Los creadores de Batman querían que éste no fuera Superman: deseaban que el murciélago pudiera ser herido; cualquier cosa que llevara a cabo habría de basarse en su exhaustiva preparación física y en el uso de su astuto instinto y afilada observación.

Frank Miller, artífice del inmortal Batman: El Regreso del Caballero Oscuro, se refería de esta manera a Batman: “es un personaje casi místico. Se ha hablado mucho de si Batman es un psicópata. No estoy de acuerdo. Si fuera un psicópata, solo sería una pequeña fantasía viciosa plasmada sobre papel. Tiene una profundidad mucho mayor. Los psicópatas asustan. Él es aterrador. No busca la venganza contra los criminales. Es alguien que, siendo muy joven, vio cómo todo su mundo era destruido, dejaba de tener sentido para él. Ahora está obligando al mundo a tener sentido. Batman está más allá del bien y del mal: es una fuerza elemental. No sirve pensar en él como su fuera simplemente humano, no podemos pensar en él como un hombre. Solo funciona como alguien con una cualidad casi religiosa. Nuestra sociedad se está suicidando por la falta de una fuerza como esa”.

Un libro fantástico para adentrarse, desde el comienzo y sin miedo a perderse, en una de las personalidades superheroicas más complejas que ha dado la industria del cómic.

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