«La expulsión de lo distinto», de Byung-Chul Han

La expulsión de lo distinto.jpgCuántos padres se endeudan para poder llevar a sus hijos a Disneyland después de hacer la comunión, o comprarles un teléfono móvil de última generación para que puedan chatear durante todo el día con sus amigos. Lo hacen no porque quieran, o porque puedan, o porque les parezca bien. Lo hacen para evitar que sus hijos sean señalados en su colegio, en su barriada. Temen que eso, el hecho de que no tengan algo que tiene todo el mundo, les diferencie. Son prisioneros del terror de lo igual. Hacemos lo que hacemos, vivimos como vivimos porque todo el mundo lo tieneo todo el mundo lo haceo todo el mundo lo compra. Esto que ocurre actualmente es distinto a lo que pasaba no hace mucho. Recuerdo en mi infancia cuando le decía a mis padres que quería esto o aquello porque un amigo lo tenía; éstos me respondían con la consabida fórmula: “Si tu amigo se tira por un puente, ¿tú también vas a tirarte?”. Había una resistencia, una presión externa, unos distingos. Eran tiempos en los que seguramente primaba todavía la negatividad: la era inmunológica de la que ha hablaba Foucault.

Byung-Chun Han pone sus propios ejemplos en La expulsión de lo distinto. Cuántas personas viven centradas en los “atracones de series” (p. 10), cebadas como ganado consumiendo vídeos y películas sin límite, porque todo el mundo lo hace. Cuántas personas viajan por el mundo sin experimentar nada. Todos iguales, preocupados de hacerse fotos y selfiespara luego colgarlos en redes sociales esperando el me gustade sus contactos. Cuántas personas entran en Facebook y sólo se relacionan con otras personas que son iguales a él o ella, que piensan igual que él o ella, pasando de largo de los desconocidos y de gente que piensa de manera distinta.

Este es el mundo donde impera elterror de lo igual. El argumento completo de Han es que no hay nadie detrás empujando a hacer este tipo de cosas: es uno mismo. La presión viene desde el propio interior del sujeto. Como puede leerse en otro de sus opúsculos (La sociedad del cansancio) es el propio sujeto del rendimiento el que se aprieta a sí mismo, el que se fuerza hasta la extenuación. Eliminado lo otro también queda eliminado el otro explotador. Como sabemos, el análisis de Han no es de corte marxista-dickensiano: es el sujeto el que “se muele a palos o se asfixia a sí mismo” (pp. 9-10). Es autodestrucción.

Han desarrolla así un análisis de los males de nuestro tiempo y de nuestra cultura. Lo expuesto anteriormente es un botón de muestra de lo que puede leerse en La expulsión de lo distinto. Este pensador dedica su filosofía a la crítica dela fase más actual y reciente del capitalismo. A lo largo y ancho de una serie de pequeños ensayos ha ido lanzando un conjunto compacto de tesis relacionadas con la cultura, el arte, la comunicación, el sujeto y las relaciones sociales, etc. Es este sentido, La expulsión de lo distinto (2017), que centra su análisis y reflexión en la alteridad, encaja perfectamente en este conjunto de pensamientos y temáticas que he denominado “Saga de la Sociedad Positiva”.

“Los tiempos en los que existía el otro se han ido” (p. 9). Con esa frase comienza Han su libro. No dice nada y lo ha dicho todo. En las restantes ciento y pico de páginas aborda, con su peculiar estilo provocador de críticas claras y frases cortas y concisas, las diversas formas de la pérdida o eliminación de la alteridad en nuestro tiempo. De nuevo lo vemos en diálogo con otros filósofos (en este volumen destacan Heidegger, Baudrillard, Levinas, Adorno, Handke o Canetti, entre otros), añadiendo ejemplos de la literatura, el cine y las artes plásticas (la poesía de Celan, El extranjerode Camus, 1984de Orwell, Anomalisade Charlie Kaufmann, La ventana indiscretade Hitchcock, las esculturas de Koons, etc.) y expresiones culturales contemporáneas (binge watching[atracones], shitstorms[linchamientos digitales], selfies, etc.).

En el capitalismo neoliberal y la revolución digital vivimos en el reino de lo igual. Uno de los elementos principales que hace a este mundo tal y como es el terror a lo distinto. Y de los nuevos terrores nacen nuevas violenciasque empezamos a vislumbrar pero que todavía no somos capaces de comprender completamente. El capitalismo, por ejemplo, niega la autonomía material del cuerpo, imponiéndole una marca. Somos ganado humano marcado a fuego. El cuerpo es una cosa, un objeto, una mercancía a la que hay que sacar rendimiento. El complejo problema que plantea Han es que el capitalismo neoliberal convence al sujeto para que sea él mismo el que se explote, para que se aliene a sí mismo sin necesidad de presión.

Expulsión byung.jpg

Asistimos a la expulsión y a la eliminación de lo otro-distinto pero sin usar la represión. Esto convierte este tiempo en una singularidad destacable. El Poder para conseguir lo que quieren ya no necesita oprimir, ni reprimir, ni censurar, ni restringir. Han no está diciendo que se haya terminado la violencia. La violencia actúa como siempre, para nuestra desgracia, pero con otro plan de ataque. Igual que hicieron los aqueos con los troyanos, el Caballo de Troya que nos entregaron fue el de la libertad. El actual Poder ya no teme la libertad. Y es que de la libertad ya no surge ningún contrapoder, no surgen alternativas competentes que pongan en peligro su hegemonía. Somos la sociedad más libre que haya existido nunca jamás en toda la historia de la Humanidad. Y, seguramente, nunca antes un poder hegemónico controló a una Humanidad tan dócil como la de ahora. Cuando la revolución digital se lanzó ese Poder se guardó un as en la manga: hipertrofiar el ego del ser humano medio. Éste usa esa libertad para elegir la marca de su móvil, a qué video de gatitos da el “me gusta”, vender la ropa que no usa en una plataforma digital o decidir contra quién dirige su indignación en las redes sociales. El narcisismo y la desaforada manifestación de pasiones, a través de internet y las redes sociales, hacen imposible una contra-respuesta racional y adecuada al Poder.

El rechazo a la alteridad no sólo puede verse, dice Han, en la comunicación de las redes sociales o en la autoalienación en pos del rendimiento. En acontecimientos globales muy recientes puede verse este intento denodado de eliminar al otro y a lo distinto del mundo: el auge de los nacionalismos étnicos en Europa, la crisis de los refugiados en el Mediterráneo y la frontera de México y EEUU, el avance de la xenofobia defendida por políticos de inmensa relevancia (Trump, por ejemplo), etc.

Y ¿qué hacer?, entonces. La alternativa que propone Han a este obligado statu quode negación de la alteridad no difiere mucho de las propuestas que aparecen en sus otros opúsculos. Si la gente espera algún tipo de manifiesto grandilocuente, Han será decepcionante; leerá sus argumentos y no entenderá nada. La pragmática que propone Han es siempre orientadora e individual. Han no habla a las masas, ni al conjunto de la sociedad para que ésta haga una nueva revolución. Dudo mucho que Han quiera cambiar el sistema, pero tengo gran seguridad en que lo que quiere realmente y busca son cambios personales, que haya cada vez más gente que se dé cuenta de todos los elementos del propio sistema que hemos interiorizado para, poco a poco, ir acabando con ellos. Por eso su alternativa a esta destrucción de lo otro-distinto les suena a muchos como acción minimalista. Frente a lo mismo ir buscando lo otro, frente a lo igual ir buscando lo distinto, frente a la cercanía buscar la lejanía, frente a la xenofobia ofrecer hospitalidad; y así sucesivamente. Esto que a muchos les parece una perogrullada insuficiente se consigue, dice Han, mediante una ética de la escucha, un reencuentro amistoso y amoroso con el otro y una recuperación del arte que nos llene de asombro.

17 comentarios en “«La expulsión de lo distinto», de Byung-Chul Han

  1. Esta es una aproximación muy cercana al consumismo compulsivo que nos impone la sociedad de mercado, una vanidad artificial que busca ser aceptado por los demás, en tanto que el narcisismo no muestra ningún interés por ser aceptado por una sociedad anónima y esperpéntica.

    Le gusta a 1 persona

  2. De acuerdo con el autor
    Retrato fiel de la sociedad líquida en la que nos movemos
    La solución es dada en el propio relato: asumir que nuestra sociedad está enferma
    Buscar su causa, y revertir la misma intentando que la carrera absurda se detenga

    Le gusta a 1 persona

  3. Me encanta este filósofo. Por la accesibilidad de su formato (ensayos de 100 paginas), variación e interés que suscitan sus temáticas, claro estilo de escritura, referencias a otros autores…Una manera de acercar el mundo del pensamiento al publico general con inquietudes.
    Gracias por la aportación.

    Le gusta a 1 persona

  4. En 2014 publicó «Psicopolítica» y con ese concepto alude al poder vigente en la sociedad occidental (y oriental, dirá en «La edad de la ira», de 2017, Pankaj Mishra), bajo el neoliberalismo, el cual «descubre la psique como fuerza productiva» (p. 42). El término «psicopolítica» actualiza, así, el de «biopolítica» de Foucault afincado en el cuerpo. En otras palabras, se ha pasado del «cuerpo obediente» a la «psique emprendedora» como eje de la actividad laboral.

    Me gusta

  5. No soy filósofo ni conocía el pensamiento de Han hasta que leí esta página. Concuerdo con sus observaciones pero me pregunto si la expulsión del otro no es una condición inherente al ser humano antropológicamente visto. A modo de ejemplo, creo que se ve claramente en los enfrentamientos por cultos mágicos o religiosos desde la más remota antigüedad. Creo también, que la prolongación de nuestra existencia ha prolongado la adolescencia retrasando nuestra madurez y por ende nuestra capacidad para no renunciar a un bien entendido individualismo. Gracias por este enriquecedor comentario.

    Le gusta a 1 persona

    • No existe conflicto entre mantener una sana individualidad que es parte de aquello que nos constituye como personas y aprender a vivir con el otro , considerando sus diferencias y particularidades y además compartendo el espacio social en un afán ccoperativo , que es lo que ha caracterizado ha las sociedades primitivas y lo que permitido su desarrollo y supervivencia , es decir , el bien entendido individualismo es aceptable siempre que no entre en conflicto con el ser con otros , con respeto por la invidualidad y aceptación de nuestras diferencias.

      Me gusta

  6. No he leído a , aun , a Byul Chul-Han , pero comparto en lo sustancial lo que respecta al rol que juega la sociedad e incluso el estado como gestores e interpretes del poder hegemonico global y local , además del diagnostico con respecto a la tendencia a la hipertrofia del ego , lo que genera un narcisismo generalizado ( selfies) , un atomismo desintegrador de lazos sociales reales y , en general , un desinteres en ser con el otro , lo que facilita la labor del poder hegemonico , reemplazando las grandes libertades por las nimias elecciones de marcas de ropa , color de auto , a quienes seguir en redes sociales o que serie ver en Netflix etc a la manera en que los conquistadores les intercambiaban baratijas por mercabcias de valor a los indígenas . En resumen el estableshment o sistema establecido en este caso liberal y democrático , vulgariza y banaliza la vida , promoviendo al consumo indiscriminado como ideal de vida y proscribiendo a los que no se adscriban a el . En lo que difiero del juicio de Han es que el propio individuo es el que se presiona a si mismo para igualar sus acciones a los estandares sociales , claramente existe un constructo
    social , político y económico que hegemoniza y ordena las acciones de los individuos ,generando que solo
    vean las opciones que se les construyen como posibles ,todas ellas tendientes al consumismo y a la mantención del sistema que beneficia a los grupos hegemónicos, por lo tanto , no podríamos decir que son los individuos los que se autoimponen un sistema , en general solo vemos lo que podemos ver (la alegoría de la caverna ).

    Me gusta

  7. Coincido plenamente en cuanto al análisis de los efectos que la sociedad contemporánea , controlada por un poder hegemonico global , ejerce en los individuos generando lo que Han llama la hipertrofia del ego y un narcisismo que lo hace privilegiar su individualismo por sobre el ser con otro , pero no concuerdo en que sea el individuo quien se encierre a si mismo en visiones tan limitadas de su existencia , solos individuos excepcionales son capaces de tener una visión holística o integral , los demás ven lo que les muestran y el sistema ha forjado cuidadosamente una jaula de oro donde mantenernos sin cuestionar ni disentir , transformando nuestras libertades fundamentales en nimias elecciones referentes a que decidimos consumir o que serie de televisión vemos , por lo tanto no somos libres de elegir ,cuando todos nuestras opciones estan pautadas. En cuanto a la posibilidad de cambiar el sistema , mi opinión es que el sistema cambiara cuando los adminsttradores y dueños del sistema lo quieran , en el actual estado de cosas , el cambio no se puede generar porque el descontento y la conciencia de la necesidad de cambio provienen desde una elite intelectual que pueden leer a Han , o a Zigmunt Bauman o seguir a otros referentes intelectuales , el descontento en lo social , que si afecta a una gran mayoría de la poblacional , no genera cambios estructurales en el sistema , solo ajustes `para bajar la presión y para esos existen mecanismos que permiten una disidencia controlada , que de la impresión de la existencia de grandes libertades.

    Me gusta

  8. El problema es de identidad.Experimentar el SER y comprender lnmanente del » yo» mirado desde la corporalidad. No nacemos para vivir, somos lanzado a la muerte . Entendida de esa forma la vida en la impermanencia, soltamos todo. La sociedad neoliberal se caen sus columnas. L
    os valores esenciales no se mercantilizan. El dinero pierde su valor hacia el deseo y pasa solamente a cumplir las necesidades, el tiempo empieza a generar duración. las experiencias se delimitan, la pérdida de tiempo dedicada al trabajo se acota y genera el tiempo del ocio totalmente delimitado.

    Le gusta a 1 persona

  9. No conocía a Han. Muy interesante tanto el como los comentarios que se generaron.
    Me identifico con estos pensares…colaboran en comprender el mundo actual, sus angustias….y seguir andando…con mayor conciencia crítica que es en definitiva, mayor humanidad…

    Le gusta a 1 persona

  10. Su argumentación y elocuencia son notables. Sigo a Han y también ien esta página. Me atrevo entonces a sugerirle revisar esos pequeños errores tipográficos que no le hacen justicia a tan juicioso análisis.

    Le gusta a 1 persona

¿Algo que decir?