Las cartas a Theo de Van Gogh

Es una cosa admirable observar un objeto y encontrarlo bello, reflexionar sobre él, retenerlo, y a continuación decir: voy a dibujarlo, y trabajar hasta conseguir reproducirlo.  El 13 de junio de 1873 un holandés pelirrojo de apenas veinte años llegaba a Londres como empleado de la galería de arte de la casa Goupil. Aunque confesaba,…