Sintoísmo: el espíritu de Japón

La espiritualidad oriental, en concreto la de origen japonés, suscita en la actualidad un interés creciente en las sociedades occidentales. El filósofo estadounidense Thomas P. Kasulis presentó en Trotta un volumen de lectura accesible para todo tipo de público, en el que expone los rasgos esenciales del shinto japonés (o sintoísmo): una forma ancestral de tratar con el mundo que no intenta celebrar la vida, sino llevar a ésta la propia celebración a través del ejercicio de una fina sensibilidad.

Kasulis comienza rompiendo prejuicios: no hemos de suponer que el término «espiritualidad» implica por principio una creencia en algo transcendente o sobrenatural; el shinto gira en torno a la idea de desarrollar y sentar las bases de una orientación vital que ha afectado desde tiempos inmemoriales a la cultura japonesa en su día a día, y por la que hoy nos sentimos cada vez más atraídos.

Esta espiritualidad shinto quiere hacerse cargo de lo misterioso y lo maravilloso que rodea a cualquier contacto con el mundo: «para apreciar el misterio, debemos responder a él y desde dentro de él. Esto es: cuando la espiritualidad se encuentra con el misterio, es inseparable de algo (lo inexplicable) y de cómo respondamos a ese algo (maravillados)», explica el autor al referirse a aquellas experiencias que nos intrigam sobresaltan o asustan: «la espiritualidad shinto consiste en aprender a sentirse como en casa con ellas –sentir que les pertenecemos y nos pertenecen– incluso si no entendemos del todo por qué. De hecho, si se va demasiado lejos en el intento de explicarlas, se corre el riesgo de acabar minimizándolas, privándolas de su poder inicial».

El nombre shinto que designa esta suerte de «poderes vitales» es tama, y su presencia misma, kami. El camino hacia y desde este misterio imponente es el camino de los kami: el kami no michi. El shinto consiste, en una de sus partes, en aceptar el asombro que nos reporta el mundo (sintiéndonos parte de él), sin intentar nunca erradicarlo. El mundo material que vemos y sentimos nunca existe sin algún tipo de relación con lo espiritual.

Como seres humanos en tierra de los kami (de aquello que nos remite a lo sobrecogedor, a lo misterioso), también nosotros formamos parte de lo sagrado: cada parte refleja misteriosamente el todo, el conjunto del mundo. Cada persona resulta ser una sede tanto del sentimiento como el pensamiento (kokoro), del corazón y la mente; en su encuentro con los kami, en cada ser humano resuena la coincidencia del mundo y la persona.

Para experimentar lo extraordinario hemos de estar predispuestos para ser conmovidos afectivamente por cada fenómeno. «En nuestro mundo moderno, una de las consecuencias del predominio del pensamiento científico es que hoy día nuestra respuesta inicial al asombro es tratar de comprenderlo en vez de dejarse subyugar por él. En vez de invadirnos un sentimiento de humildad ante lo desconocido, el asombro se ha convertido en el reconocimiento penoso para el ego de su ignorancia, en vez de ser -como era para Sócrates– un signo de sabiduría».

No permitamos que el impulso de entender el firmamento eclipse el asombro y la maravilla de permanecer simplemente debajo de él, sintiéndonos una parte inherente de él y sintiéndolo a él como parte de nosotros mismos.

Kasulis, Shinto

Esta obra que Trotta publica en la colección Pliegos de Oriente, ilustrada con imágenes que nos acercan al contexto que el autor explica de manera rigorosa y amena, supone una entrada privilegiada por la que adentrarse en las tradiciones japonesas más milenarias identificadas como «shinto» (más desconocidas que otras de corte budista o zen). «Los japoneses no ‘huyen de’ sino que ‘vuelven a’. No van allí para ‘admirar’ la naturaleza sino para ‘aunarse’ con ella. No están ‘disfrutando’ de la belleza natural sino permitiéndose ‘dejarse impresionar por ella’. No se trata de una ‘actividad de ocio’ sino del apacible sentimiento de ‘sentirse en casa'».

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Un comentario en “Sintoísmo: el espíritu de Japón

  1. Gracias por el dato del libro. El «camino de los Dioses» (shinto) como religión nativa de Japón debería darse a conocer más al mundo pues la práctica del mismo, junto con su hermana, el Budismo, lo harán mejor. A quien le interese la vía de la sabiduría zen, les dejo este link makahannyaharamita.wordpress.com

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