El Lied romántico alemán. Anton Cardó. Alianza Editorial: Madrid, 2017, 520 páginas
Anton Cardó, pianista de larga y prolífica trayectoria especializado en acompañamiento vocal y catedrático de Repertorio Vocal en la Escuela Superior de Canto de Madrid, escribe un libro que desde su nacimiento se convierte ya en clásico, en título de referencia, en volumen fundamental. La obra, arrebatadora desde su comienzo desde el punto de vista histórico y musical (e incluso narrativo), encierra un componente hermético, casi mágico y del todo maravilloso, pues dedica sus páginas a un tipo de pieza que, a pesar de haber levantado todo tipo de pasiones, poco se ha hablado en extenso sobre él: el Lied. Una pieza en la que se dan cita dos de los elementos principales de la comunicación humana, la música y la palabra, lo musical y lo literario, a través de cuya suma se pretende alcanzar una acaso imposible perfección. En el Lied se materializa el viejo dictado del poeta Novalis: «Por todas partes buscamos lo Incondicionado, pero sólo encontramos cosas singulares». Y es que, en certeras palabras de Cardó, «El Lied es, sin duda, el género que da sentido a la música romántica por excelencia». En efecto, por las páginas de este imprescindible y tan necesario libro caminarán juntos poetas, filósofos y músicos en busca de la obra total, del arte más reconcentrado y, en definitiva, de la más sublime Sehnsucht. Si traducimos à la Hölderlin este rico concepto por «nostalgia», es sin duda el Lied el género musical que más se acerca a la extraña e inmemorial aspiración humana por alcanzar lo inalcanzable mediante una peculiar «acústica del espíritu», en expresión de Charles du Bos. En un volumen que recuerda mucho a la frescura y erudición de las célebres monografías de Rüdiger Safranski, Cardó traza un rico, apasionante, exhaustivo e irrenunciable recorrido en el que el lector se maravillará a hombros de Mozart, Gluck, Haydn, Beethoven, Schubert, Schumann, Liszt, Wagner o Brahms, hasta llegar a Mahler o Richard Strauss, todos ellos asociados con la maestría lingüística de Goethe, Heine, Schiller o Shakespeare, entre otros. En el completo –y en ocasiones injustamente desatendido– arte del Lied convergen la más tensa emoción (por su brevedad, por su concisión, por su complejísima sencillez) y la más alta técnica musical, poética y vocal. Cardó ahonda en la vibrante y plural intrahistoria del Lied, en sus vericuetos técnicos, sociales, musicales, filosóficos y artísticos. La solvencia narrativa y la minuciosidad en los detalles lo convierten, indudablemente, en uno de los libros sobre música más completos e importantes de los publicados en lo que llevamos de siglo en el contexto hispanohablante (y que, seguro, será muy traducido). Esencial.
Beyond Reason. Wagner contra Nietzsche. Karol Berger. University of California Press, 534 páginas
La fascinante relación de Friedrich Nietzsche y Richard Wagner transitó siempre extraños y en ocasiones muy complejos y oscuros senderos. De la originaria admiración hasta la más absoluta fascinación que Nietzsche sintiera por el compositor, el filósofo llegaría a despreciar e incluso vilipendiar con vehemencia el ideario del músico por considerarlo reaccionario y «tristemente conservador». El profesor Karol Berger (Departamento de Música de la Universidad de Stanford) desgrana en un soberbio recorrido histórico, musical y filosófico el rico periplo de los trabajos de Wagner, haciendo hincapié en el contexto cultural de su tiempo y en lo que sus obras encierran tras las estrictas bambalinas musicales, centrándose en los cuatro dramas que compuso en la segunda parte de su carrera: Der Ring des Nibelungen, Tristan und Isolde, Die Meistersinger von Nürnberg y el Parsifal. Como apunta Berger, Wagner no sólo despuntó como genial compositor: también fue un poeta dramático sobresaliente y un destacado pensador. Él mismo se veía como algo más que un mero artista, deseaba convertirse en un auténtico profeta que anuncia nuevas maneras de ver e interpretar la vida humana. Por esta vía llegó, en parte, el conflicto con Nietzsche, que se consideraba igualmente una suerte de elegido, el proclamador de «una nueva aurora». Sin embargo, aunque sus caminos convergieron en un principio, acabaron al fin siendo antagónicos. Ambos, en efecto, fueron «más allá de la razón», como reza el título de este libro, en el que el lector asistirá, como privilegiado espectador, al forjamiento de algunas de las obras fundamentales del periplo wagneriano, en el que Nietzsche (pero también Schopenhauer como invitado de honor) tomó parte acaso inconsciente. Una obra fundamental en la que se amalgaman con mano maestra historia, filosofía y musicología.
Walking up the mountain track. The Zen Way to Enlightened Musicianship. Eric Schoones. Agreeable Place Publications, 488 páginas
Eric Schoones, pianista y musicólogo afincado en Países Bajos, editor jefe de la importante publicación germanoparlante Pianist, describe este libro como «el trabajo de su vida». Impactado desde sus años de estudiante por el pensamiento zen y por los métodos tanto técnicos como mentales que puede aportar la sabiduría oriental a la práctica musical, presenta este tan curioso y enriquecedor como monumental volumen en el que el camino zen es protagonista desde muy diversos ámbitos: interpretación musical y escucha de piezas, meditación, conceptualización, composición y creación, instrumentación, etc. Schoones sostiene que el zen ofrece tanto a los músicos como a quien escucha música un auténtico modus operandi repleto de incalculables conocimientos que fomentan «la paciencia, la calma, la unión con uno mismo, la empatía, el autocontrol y la felicidad». El libro se cierra con un imprescindible y jugoso apartado de entrevistas, en el que el autor intercambia impresiones con diversas autoridades de la música contemporánea (Alfred Brendel, Janine Jansen, Christa Ludwig, Maria João Pires, Hélène Grimaud o Roberto Prosseda, entre otros) donde se trazan puentes entre conceptos de raigambre filosófica y otros de vertiente más puramente musical. Un libro extraordinario y sorprendente, una rara pieza de coleccionista, que refresca la en ocasiones demasiado barroca bibliografía musical, en el que se combinan las enseñanzas de músicos legendarios sobre varios aspectos de la creación musical con la proverbial tradición del budismo zen. Una oportunidad única para acercarse a la música con unos anteojos distintos a los acostumbrados. Como ya escribiera Yehudi Menuhin: «Me encuentro más cercano a Buda que a las otras grandes B’s: Bach, Beethoven y Bartók». Una obra muy apropiada para seguir dignamente el dictado de Glenn Gould: «vivir la vida con una dirección espiritual».
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Lo tenemos activado, John. Vuelve a cargar la página a ver si así se soluciona. Muchas gracias.
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