Tiberio, resentimiento y experiencia de Gregorio Marañón
Pero, si alguna vez alcanzan a ser fuertes, con la fortaleza advenediza que da el mando social, estalla tardíamente la venganza, disfrazada hasta entonces de resignación. Por eso son tan temibles los hombres débiles (y resentidos) cuando el azar les coloca en el poder, como tantas veces ocurre en las revoluciones. He aquí también la…