La poesía del alma enamorada: san Juan de la Cruz
Reza el fraile en la celda monástica, compone versos y canta para consolarse. He aquí un místico en estado de secuestro, y no de voluntaria reclusión. Esta es la segunda vez que lo encarcelan. Por eso, sabe que nadie podrá acallarlo, mucho menos las insidias e intrigas de los carmelitas calzados. Quizás no se han…