La belleza mística: la lámpara maravillosa de Valle-Inclán
«Fueran como un instante, al pasar, las centurias.El pecado es el tiempo: las furias y lujuriasson las horas del tiempo que teje nuestra vidahasta morir. La muerte ya no tiene medida:es noche, toda noche, o amanecer divinocon aromas de nardo y músicas de trino:un perfume de gracia y luz ardiente y mística,eternidad sin horas y…