La caída de Ícaro y el sufrimiento en Auden
«Y la boca que clamaba el nombre de su padre es sofocada por azuladas aguas» (Ovidio, Metamorphoseon, VII, 229 –si no se indica, las traducciones son propias–). Así termina la imprudente ambición de Ícaro. Alentado por su padre a escapar del laberinto que él mismo había construido, se viste las alas de cera que aquél…