Filosofía y matemáticas, Romanticismo y el mal

RomanticismoMística y Romanticismo. Las fuentes místicas del Romanticismo alemán. Ernst Benz. Siruela. 23,95 euros, 180 páginas

 

Romanticismo e Idealismo suelen considerarse corrientes literarias y filosóficas independientes que, surgidas entre finales del XVIII y principios del XIX, iniciaron el camino hacia el pujante existencialismo y que, más tarde, habrían dado paso al reconfigurador movimiento del posmodernismo. Pero nada más lejos de la realidad. Tanto Romanticismo como Idealismo esconden un esforzado intento por dar respuesta a problemas muy determinados y por hacer frente a vicisitudes muy particulares que, a juicio del teólogo e historiador Ernst Benz, autor de Mística y Romanticismo, provienen de la mística.

Franz Pfeiffer, primero en publicar los escritos del Maestro Eckhart en Alemania, aseguraba en 1854 que, en efecto, “los místicos alemanes son los patriarcas (Erzväter) de la especulación alemana. Representan los orígenes de una filosofía alemana independiente”, que surgió y se consolidó sobre los principios de la mística, en la que autores de muy diverso calado encontraron un rico suelo nutricio de ideas, especulaciones e interrogantes desde los que partir en busca de una “filosofía total”.

Benz defiende así a lo largo de este compendioso y documentado libro que el propio Eckhart, Jacob Böhme, la cábala cristiana, Tauler o el sueco Swedenborg, entre otros, fueron los auténticos artífices de los Hegel, Schelling, Hölderlin, Novalis, Fichte, etc. Tanto Idealismo como Romanticismo serían, en este sentido, una reinterpretación y readopción de las problemáticas que preocuparon a los místicos, y, a la vez, una reacción frente a las más inocentes esperanzas de la Ilustración.

Franz von Baader, importante filósofo contemporáneo de Hegel, se refería a los ideales ilustrados como una filosofía cargada de una “erudición soporífera y estúpida”, que no pudo ocuparse más que de la “destrucción y la negación total de las instituciones filosóficas y teológicas más antiguas”. Era necesario recuperar pues todas las potencias del espíritu y retornar a la auténtica fuente de la filosofía, la mística alemana, de la que se podría extraer una genuina y creadora inspiración especulativa.

El libro de Ernst Benz es un clásico indispensable, ineludible, tan rico en fuentes como sugerente en sus afirmaciones. Por sus páginas fluyen documentos de toda índole, desde cartas y diarios hasta fragmentos de libros, en los que el autor rastrea con mano experta la relación entre la filosofía alemana del XIX con la corriente mística, abanderada por el Maestro Eckhart.

Si bien al público contemporáneo le pueda resultar llamativo el nexo entre filosofía y mística, lo cierto es que, como asegura Benz, fue esta la que puso la base y permitió edificar los cimientos de la especulación idealista y romántica: el ser humano deja de constituirse como un ser eminentemente cognoscitivo, y llega a convertirse en el gozne que permite abrir la puerta al Absoluto, sea a través de la razón especulativa o a través de la más prístina intuición.

Un deleitoso ensayo en el que Benz se muestra tan brillante historiador como eminente pensador, en el que relata la feroz lucha filosófica que tuvo lugar a finales del XVIII entre los racionalistas/ilustrados y un elemento que, a todas luces, debió de parecerles revolucionario e incluso rebelde: el elemento místico del que se alimentaría la filosofía idealista ya en ciernes.

Leibniz matemáticasEscritos matemáticos. G. W. Leibniz. Comares. 51 euros, 496 páginas

 

Matemáticas y filosofía han sido siempre compañeras ineludibles de diálogo y enriquecimiento mutuo. Pitágoras, Hipatia, Descartes, Pascal o el enciclopédico Leibniz son algunos de los muchos nombres asociados a ambas disciplinas.

El propio Leibniz no publicó demasiados escritos matemáticos a lo largo de su vida, aunque, una vez fallecido, los especialistas aseguran que su legado matemático no ocupará menos de treinta volúmenes, sumados a otros siete donde se recoge la correspondencia relacionada con tales menesteres.

Una proeza titánica si tenemos en cuenta que, a la vez que desarrollaba su producción científico-filosófica, Leibniz debía ocuparse de mantener su reputación en la corte y vivos los recursos que le permitían situarse como uno de los intelectuales más eminentes de su época. Como indica la profesora Mary Sol de Mora Charles, editora de esta edición de los Escritos matemáticos de Leibniz, parece difícil imaginar cómo un doctor en Derecho, “interesado por la política de su tiempo y consejero de los poderosos desde su primera juventud, llegara a poseer unos conocimientos matemáticos que le convirtieron en uno de los creadores más importantes de la historia de la matemática occidental”.

Producto de su inagotable curiosidad, Leibniz no sólo estudió, sino que desarrolló numerosos proyectos novedosos en matemáticas que dejó asombrados a los entendidos de la época: desde el álgebra y la geometría, que empleaba para extenderlas a asuntos transcendentes, hasta las ecuaciones algebraicas, la teoría de los determinantes y el cálculo geométrico a partir de los axiomas de Euclides. Una proeza sin parangón.

Además de poder reconocer la sobresaliente capacidad intelectual de Leibniz, este volumen informará a los lectores más curiosos, interesados en la relación entre matemáticas y filosofía, sobre una desconocida faceta de uno de los más prolíficos escritores de la historia de la cultura.

Estos Escritos matemáticos de Leibniz se enmarcan en la brillante edición en veinte volúmenes que la Sociedad Española Leibniz está llevando a cabo junto a la editorial Comares. Un proyecto dirigido por el profesor Juan Antonio Nicolás (Universidad de Granada) que culminará en el año 2027 y cuyo desarrollo puede seguirse en la web oficial: www.leibniz.es.

Aquino malCuestiones disputadas sobre el mal. Tomás de Aquino. Eunsa. 37 euros, 700 páginas

 

En su magnífica laboral editorial, Eunsa (Universidad de Navarra) publica en su colección de Pensamiento Medieval y Renacentista una obra enciclopédica de Tomás de Aquino que, aún en nuestros días, resulta deslumbrante y sorprendente por el tema del que se hace cargo, así como por la profundidad que alcanza: Cuestiones disputadas sobre el mal, presentada, comentada y traducida por el profesor Ezequiel Téllez, reconocido traductor del pensador medieval.

Aunque se ha dudado de la autenticidad de algunos de los escritos del Aquinate dado su prolífico y pedagógico talante, en este caso nos encontramos ante una obra cuya autoría está más que probada, redactada aproximadamente a sus 45 años y, por tanto, fruto de una dilatada y madura carrera erudita y teológica.

Aquino estudia si el mal es algo, si existe efectivamente y por sí, y en caso de que así sea, por qué no siempre nos decantamos por el bien si podemos elegirlo en detrimento del mal; qué es el pecado y si nuestra voluntad es libre para escoger entre el bien y el mal; si existen males mayores que otros o todos se asemejan en cualidad; las causas del pecado y nuestra caída en el pecado original; si poseemos libre albedrío o nuestras decisiones resultan necesarias, ensayando, al fin, una prolija y más que actual descripción de cada uno de los pecados, que no son sino cada uno de los rostros del mal, en los que podemos caer: vanagloria, acedia, envidia, ira, avaricia, gula, lujuria, etc.

Aunque si por algo destaca este supremo libro sobre el mal, y si por algo encandilará al lector contemporáneo, es por el examen que Tomás de Aquino realiza sobre los demonios y su influencia en nuestro comportamiento. La última de las cuestiones la dedica enteramente a estos seres que, parece, transitan nuestro pensamiento con la única misión de hacernos caer del lado del mal.

En estas Cuestiones el lector encuentra lo que ha sido encumbrado por la tradición como el auténtico “mapa del mal” del medievo: Tomás de Aquino muestra a través de sus líneas todos aquellos obstáculos, malezas y derivaciones que el mal pone delante del ser humano en su quizás imposible búsqueda del bien.

Como leemos en la Presentación, “la presencia del mal en el mundo es un hecho palmario y no algo que requiera demostración”. De esta dolorosa, portentosa y a veces inesperada experiencia universal se hace cargo este gigantesco autor, a quien el mal no se le presenta como una realidad más, sino como la dificultad por antonomasia para alcanzar la santidad en el pensamiento y en la acción.

La calidad de la edición y traducción y la altura de quien escribe el volumen son datos suficientes para acercarse al libro. Si el mal extiende sus dominios por doquier, será tarea del hombre, allí donde la libertad y la acción se hacen uno, plantarle cara. Aunque si de algo está convencido Aquino es que en la batalla será conveniente no bajar nunca la guardia y, sobre todo, conocer bien al enemigo antes de acecharlo y finalmente arremeterlo.

 

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